jueves, 24 de mayo de 2012

Vale ya de discursos maquillados...


"El presidente del gobierno convoca a los medios de comunicación a La Moncloa para un mensaje a la nación. Mirando a la cámara, con tono firme, lanza la bomba: “Queridos ciudadanos, voy a ser sincero, sin eufemismos: en España sobran millones de trabajadores, y van a seguir sobrando por muchos años, porque no esperamos crear empleo en una larga temporada; más bien al contrario, se seguirá destruyendo. Así que no voy a emplear el argumentario habitual para justificar los recortes educativos. Háganse ustedes mismos esta pregunta: ¿para qué vamos a seguir formando jóvenes que no tendrán donde trabajar? ¿Para qué gastar nuestro escaso dinero en que las próximas generaciones tengan un título universitario, de Formación Profesional o de Bachillerato? ¿Para que lo cuelguen en el salón? ¡Si aquí no va a haber trabajo en condiciones más que para unos cuantos, y el resto al paro o al subempleo!”

Ya sé que la escena es improbable, nadie espera esa sinceridad del presidente. Pero si nos lo contaran así, a lo bestia, entenderíamos mucho mejor los demenciales recortes en educación, los ya aprobados y los que vendrán. Nos seguirían cabreando, claro, pero al menos entenderíamos de qué va la cosa.

Como el gobierno no se atreve, voy a hacerle yo el trabajo sucio. Voy a explicar en qué consisten los recortes educativos a partir de esa clave: ¿para qué vamos a seguir formando jóvenes, si el futuro pinta negro? ¿Para qué queremos nuevas ediciones de “la generación mejor preparada de la historia”? ¿Para que se conviertan en nuevas “generaciones perdidas”? ¿Qué ganas de gastar ni un euro más en engordar currículum que acabarán en la papelera de una ETT?

Así pensados, los recortes deberían ser incluso más radicales: no basta con el previsible aumento del fracaso escolar, ni con la disuasión que el mayor coste de las matrículas tendrá sobre muchas familias; eso sólo eliminará unos cuantos cientos de miles de estudiantes. Habría que ir más allá, y cerrar mañana mismo todas las facultades universitarias cuyas expectativas laborales son igual a cero, o incluso tienen números negativos.

Tomemos el caso de periodismo, por poner un ejemplo sencillo: si no tenemos donde colocar a los más de cinco mil periodistas despedidos –y los que se sumarán tras los próximos ERE-, y teniendo en cuenta que el futuro a corto plazo pasa por medios digitales con plantillas miniatura y donde se paga poco o nada, ¿para qué seguir licenciando promociones de nuevos periodistas? Y lo mismo vale para las carreras científicas: ¿para qué queremos tanto Premio Nobel en potencia, si pronto tendrán que buscar ratones de chabola para sus investigaciones, como el protagonista de Tiempo de silencio?

El razonamiento es válido para muchas otras titulaciones: si en los próximos años no habrá apenas convocatorias de plazas en las administraciones públicas (salvo para policía, esa sí una profesión con futuro), ni se contratarán nuevos médicos, enfermeros o profesores, sino al contrario, se prescindirá de los interinos y cualquier día empezarán también a echar a los que tienen plaza, ¿qué necesidad hay de mantener tantos estudios universitarios sin salida profesional?

Otro tanto diremos de la FP: ya deberían estar cerradas las aulas donde se forman trabajadores para cualquier profesión relacionada con la construcción, pues pocas viviendas se van a levantar en las próximas décadas mientras no demos salida al stock de casas vacías, y de la obra pública mejor no hablar. Y lo mismo para los que se formen pensando en colocarse en la industria, menguante y deslocalizada, así como en tantas empresas de servicios que ya han descubierto la fórmula del más por menos (hacer lo mismo o más pero con menos trabajadores), o en el comercio, donde no se vende una escoba ni se va a vender por mucho tiempo.

Ya sé, ya sé: me dirán que el sistema educativo no es sólo una fábrica de trabajadores, que educar no es sólo añadir líneas al currículo, que educar debería ser mucho más. Lo que quieran, pero no nos engañemos: hace ya mucho tiempo que el sistema educativo, sus objetivos y programas, se vincularon a las necesidades productivas del país; y no sólo la evidente FP, sino también el bachillerato y la universidad entendidos como antesalas del mercado laboral y diseñados en función de las necesidades de las empresas; así ha sido, y no parece que los tiempos apunten a ideales humanistas. Cuando oíamos eso de “la generación mejor preparada de nuestra historia” ninguno estábamos pensando en ciudadanos críticos y libres, sino en lo confiados que iban los jóvenes a las entrevistas de trabajo. Ya sé que hay muchos que aspiran a otra cosa, que ven en la educación una formación humana y en valores para la convivencia, y creen en su función correctora de las desigualdades, pero hasta ahora clamaban en el desierto, y no parece que las autoridades vayan a escucharles mucho más.

Así que, si aceptamos que tenemos un sistema educativo cuyo principal objetivo es entregar al sistema productivo trabajadores con las habilidades y conocimientos que las empresas exigen, la conclusión no puede ser otra, por mal que suene: hay que suspender el sistema educativo mientras la cosa no mejore, reducirlo a la mínima expresión.

Porque lo que también parece evidente es que la solución contra el paro no pasa hoy por más y mejor educación, más y mejor formación. Muchos de esos millones que están sin trabajo no lo van a encontrar por añadir otra carrera, un master o un tercer idioma al currículum, al contrario: cada vez más trabajadores se fingen peor preparados de lo que en realidad están cuando acuden a una entrevista de trabajo, porque para los pocos puestos que se ofertan, y con la miseria de sueldo que ofrecen, un buen currículum es la peor carta de presentación.

No, la solución al paro no está en formar aun más a la generación mejor formada de la historia, sino en un cambio de modelo productivo, que el que tenemos no da más de sí, y a golpe de austeridad y recesión nos condena una larga temporada de paro y trabajo basura. Y como hace tiempo que los gobernantes abandonaron el discurso –que no era más que eso, un discurso- sobre la necesidad de un nuevo modelo económico, la apuesta por la innovación y la tecnología, los nuevos yacimientos de empleo, y patatín, patatán; mientras el modelo productivo sea el que es, no tendremos donde colocar a los cinco o seis millones de parados, que ya podrán ser siete millones y los que vengan. El único yacimiento de empleo a la vista consiste en trabajar como chinos, como recomendó el presidente de Mercadona: y para trabajar con horarios y sueldos de bazar chino, poca falta hace tener título, más bien al contrario.

De modo que de eso se trata, en eso consiste la nueva política educativa. Si los recortes actuales de 3.000 millones, que se suman a los que ya aprobaron las comunidades autónomas, les parecen un ataque al sistema educativo, piensen que esto no ha hecho más que empezar. Las medidas anunciadas dejarán por el camino a unos cuantos miles que nunca llegarán a la universidad o la FP: el recorte en la educación infantil impedirá que los niños entren tan pronto y le puedan coger el gusto al estudiar ya desde tan pequeños; la masificación de las aulas, la falta de recursos y el deterioro de las condiciones de trabajo de los profesores abonarán el fracaso escolar en edades cada vez más tempranas; y para los que sobrevivan y todavía aspiren a estudios superiores, el encarecimiento de las matrículas y la reducción de becas operarán la selección natural necesaria.

Como además se deteriorará mucho más la educación pública, la privada saldrá favorecida, cuanto más cara y exclusiva mejor, de modo que sean sus estudiantes los que consigan los pocos trabajos decentes disponibles, y el resto al paro o a la precariedad, que para eso las familias menos pudientes están mejor dotadas genéticamente para soportar las penurias y adversidades. Lo mismo cabe decir de la escuela rural, cuya supervivencia está amenazada, como contaba ayer en este blog Susana Hidalgo. ¿Para qué quieren estudiar en el campo, si allí hay aun menos futuro que en la ciudad?

De paso, con la liquidación del sistema educativo nos ahorramos otra molestia para los tiempos venideros: que los jóvenes piensen por su cuenta, que desarrollen espíritu crítico, algo que, aunque no sea un objetivo del actual sistema, acaba siendo un efecto colateral por culpa de tantos profesores que defienden que educar debe ser algo más que formar nuevos trabajadores. Y ya hemos visto lo que pasa con los jóvenes cuando piensan por su cuenta, que acaban indignándose y montando acampadas o cosas peores. Sí, es cierto que la falta de horizonte y el abandono escolar temprano pueden afectar a la convivencia y crear tensiones sociales, pero no pasa nada: eso nos permitirá contratar más policías, que como ya dijimos es la verdadera profesión de futuro.

¿A que no suena tan descabellado? Otro día si quieren les explico así también, a lo bestia, los recortes de sanidad en clave de reducción de la esperanza de vida: ¿para qué facilitar que los ciudadanos vivamos tantos años, si no habrá pensiones, ni recursos públicos de asistencia, ni dinero para la dependencia? Mejor morirnos antes, y eso que nos ahorramos todos."


http://www.eldiario.es/zonacritica/2012/05/23/los-recortes-educativos-explicados-a-lo-bestia/

domingo, 6 de mayo de 2012

Actividad 5: La educación durante el Franquismo

 
En esta entrada vamos a poder conocer cómo era la educación durante el franquismo, ya que tenemos la oportunidad de que la historia nos la cuenten los que la vivieron en primera persona, nuestros familiares.
La entrevista se la he realizado a mi padre que estudio en el colegio público Nuestra Señora Virgen de Loreto en el barrio de Manoteras (Madrid).

A continuación, mostrare los aspectos más importantes tras la entrevista realizada:

  • Escolarización: a los 5 años.
  • Coeducación: el colegio era para niños y niñas pero en edificios separados.
  •  Descripción del colegio: había dos edificios: uno para niñas y otro para niños. Tenía dos plantas separadas por edades. También tenía gimnasio, comedor y biblioteca. Además recuerda, que en la hora del recreo siempre le daban leche en brick de cartón.
  • Instalaciones del colegio: Tenía gimnasio y biblioteca y se utilizaban habitualmente, pero no tenían laboratorios.
  •  Horario de la Escuela: era de jornada partida, se paraba para comer en casa o en el comedor y luego se continuaban las clases hasta las 5 de la tarde.

  •  Actividades Extraescolares: no se realizaban actividades extraescolares en la escuela fuera del horario escolar.

  • Alumnos por clase: aproximadamente 30-35

  •  Organización de las clases: estaba organizada como las de ahora, de forma tradicional. Los pupitres estaban por filas y eran individuales. Encima de la pizarra tenían la foto de Franco y un crucifijo. También había mapas colocados en las pareces del aula. Además, tenían armarios para guardar los abrigos.

  • Profesores por curso: solo tenían un profesor que se encargaba de impartir todas las asignaturas. Se dirigían al profesor de usted y siempre pidiendo permiso para todo.
  • Papel de la religión en la escuela: era la principal y al entrar en la escuela tenían que rezar.
  • Metodología utilizada por el maestro: tradicional, memorística, se trataba a todos los alumnos por igual, es decir, no existía la individualización.
  • Evaluación: por exámenes finales.
  • El castigo: claro que había castigo y principalmente el castigo era físico, les pegaban con una regla en la mano y les ponían de rodillas contra la pared con libros en las manos.
  • El recuerdo más bonito de la escuela: en el recreo con los amigos jugando a las chapas, a las bolas y a la peonza.
  •  El peor recuerdo de la escuela: los castigos físicos que recibían en la escuela, la actitud de los profesores.

Tras realizar la entrevista, se puede concluir que aun se pueden observar características de la educación durante el franquismo en muchos centros: considerando la figura del maestro como único fin de conocimiento, utilizando el  libro de texto eje principal del proceso de enseñanza-aprendizaje, la evaluación mediante exámenes finales, tratando a todos los alumnos por igual, sin atender a las necesidades de cada alumno…Pero, por suerte muchas de las escuelas han avanzado en estos últimos años superando estos  grandes retos.
Es por ello, que la escuela debe seguir superando estas metas día a día y nosotros como maestros, somos los principales motores de este cambio.

viernes, 13 de abril de 2012

Actividad 4: ¿Qué pasa si te digo?



Este video me ha recordado a una entrada que publique anteriormente "La Educación Prohibida", un largometraje documental que tiene como objetivo colaborar en la flexibilización y el progreso de las maneras en que entendemos la educación. En él se tratan muchos de los temas que se afirman en este video.

En rasgos generales, ambos inciden en aspectos como:
- Falta de valores.
- Exclusión de clases.
- Miedo en las aulas.
- La escuela como único lugar donde se puede aprender "aprobar un examen y graduarnos como exclavos". En la que se busca que todos seamos iguales y que pensemos lo mismo.
- El maestro como el centro de la enseñanza.
- El alumno bajo las directrices: "repite, ignora y obedece".
- La evaluación entendida como asignación de un valor numérico, como herramienta para obtener un resultado "se desecha a quien no alcanza el valor promedio" "se les castiga, haciéndoles creer que son menos"

Por todo ello, es necesario el camino hacia el cambio, hacia una escuela nueva, libre y una educación integral, educarnos para un mundo mejor. Buscar una educación que nos permita SER, donde podamos desarrollar nuestro máximo potencial, porque todos somos especiales y únicos. Además, resaltar que "Educar es verte al espejo, y reconocerte vivo, mirar a los otros y encontrar lo mismo"

"Si la idea era hacer del mundo un lugar mejor, nada de lo que veía en la escuela tenia ningún sentido"

Por último, me gustaría manifestar mi deseo de que todos nosotros, que estamos en el punto de mira como precursores de este cambio, nos comprometamos y creamos en el que el cambio es posible. Un grano de arena no es nada, pero juntos hacen una montaña.

jueves, 22 de marzo de 2012

Actividad 3: Las Misiones Pedagógicas

Las Misiones Pedagógicas fueron creadas por el Gobierno de la Segunda República el 29 de mayo de 1931. Su principal objetivo era, llevar sobre todo a los pueblos rurales, el aliento del progreso y los medios de participar en él, en sus estímulos morales y en los ejemplos del avance universal “acercar al pueblo el tesoro de la sabiduría nacional” De modo que los pueblos todos de España, participasen en las ventajas y goces que los nobles disfrutaban en la ciudad.
Ésta era una idea que Francisco Giner de los Ríos y Manuel Bartolomé Cossío habían propuesto desarrollar a los distintos Gobiernos de la Restauración casi desde la fundación de la Institución Libre de Enseñanza, en 1876. Para transformar España en una república democrática, basada en la soberanía popular, era necesario solucionar la distancia que existía entre las ciudades, que disfrutaban de un mejor acceso a la cultura, y un campesinado sumido en el aislamiento y ajeno a los cambios que se estaban produciendo en el mundo.

Las actividades que se desarrollaban estaban centradas en tres aspectos: el fomento de la cultura, la orientación pedagógica de las escuelas y la educación ciudadana de las poblaciones rurales. Para fomentar la cultura se creó un Servicio de Bibliotecas, y para estimular el gusto por la literatura se realizaban en los pueblos lecturas de romances, poemas y relatos breves. También se crearon secciones itinerantes como: el Teatro y Coro del Pueblo, el Museo del Pueblo, la Sección de Cine, el Retablo de Fantoches y un Servicio de Música que prestaba gramófonos y discos de pizarra.
Para apoyar la cotidiana tarea pedagógica se realizaron visitas a las escuelas rurales, con el fin de conocer sus necesidades, así como para impartir lecciones prácticas, cursos y realizar excursiones educativas que dotaran de mayores recursos teóricos y metodológicos a los maestros.

Por último, la educación ciudadana se reforzaba por medio de reuniones públicas y conferencias en las que se debatían los nuevos principios políticos que dirigían el país: la democracia, el sufragio universal, la estructura del Estado, etc.

A continuación, mostrare algunas de las actividades más representativas que se llevaban a cabo en estas misiones pedagógicas:

Actividad misionera
Las bases de la actividad misionera, nació gracias a la participación de algunos de los miembros del Patronato de Misiones Pedagógicas, quienes organizaron las primeras misiones con la ayuda de algunos estudiantes. Grupos de jóvenes intelectuales, artistas, escritores y, especialmente, inspectores de enseñanza primaria y maestros, compartieron el entusiasmo por aquel tiempo de esperanza bajo la dirección de Manuel B. Cossío. No todos tenían la misma responsabilidad ni participaban en la misma medida. Según las circunstancias se distribuían las personas de acuerdo a su capacidad y según el asunto que se tratase de resolver

Servicio de bibliotecas
En 1931 no había apenas bibliotecas públicas en España y ninguna escuela rural contaba con libros infantiles. La labor del Patronato de las Misiones, en la que participaron María Moliner y Juan Vicens, fue la mayor campaña de lectura que jamás se hizo en España: se repartieron bibliotecas para adultos y niños por pueblos y aldeas a los que no se podía llegar en automóvil y donde no había luz eléctrica.

Museo del pueblo
El Museo del Pueblo de las Misiones Pedagógicas se creó con el fin de que la gente de los pueblos conociera esas obras de arte de España y que las hiciera como suyas, que vieran que eso era un patrimonio común de todos. Por ello, llevaban colecciones itinerantes de pintura de los pintores más famosos de la escuela española, realizadas en su mayoría por Juan Bonafé, Ramón Gaya y Eduardo Vicente. Los cuadros se transportaban en fuertes cajas de madera, o en una camioneta especialmente acondicionada, y se exponían en los pueblos a los que se podía llegar. La colección iba acompañada por dos o tres misioneros a quienes explicaban los cuadros a los campesinos.

Servicio de cine
En 1931, muchos campesinos desconocían la existencia del cine, y el ante tal novedad, se solía reunir a grupos de personas muy numerosos. El Patronato tenía sólo dos aparatos de cine sonoro, y en la mayoría de las visualizaciones se proyectó cine mudo, acompañado normalmente de música de gramófono. Las películas eran de dos tipos: cómicas, de Charlot o dibujos animados, y documentales.

Coro y Teatro del pueblo
El Teatro y el Coro del Pueblo estaba formado por estudiantes, dirigidos por Alejandro Casona y Eduardo Martínez Torner. Llevaban un tabladillo de fácil montaje. Se quería acercar el teatro al pueblo, permitiendo el desarrollo de la obra en medio de las gentes y al aire libre.
El Coro llevaba un repertorio musical integrado por canciones recogidas del folclore tradicional. Además de cantar, los misioneros recitaban romances y, en ocasiones, letrillas de Góngora, así como aportaciones folclóricas de García Lorca. El romance de La loba parda fue emblemático en el recuerdo de muchos misioneros.

Servicio de música
Además de bibliotecas, la misión dejaba en algunos de los pueblos visitados un gramófono y una colección de discos. En las visitas de los misioneros se llevaba un gramófono, y antes de poner los discos se hacía un comentario sobre el compositor y la música que se iba a escuchar: tradicional, de distintas partes de España o de los grandes compositores clásicos
Otras actividades
La dignificación de la profesión de maestro era un punto fundamental en la base de las iniciativas llevadas a cabo por el Patronato de las Misiones Pedagógicas.
El Patronato organizó varios cursos breves para maestros en los que las conferencias eran sustituidas por la conversación y el intercambio de experiencias, con objetivo de reforzar la confianza de los profesionales en su propio esfuerzo e imaginación. Estos cursos se complementaban a menudo con exposiciones de trabajos escolares con propuestas que permitían aprovechar los entornos naturales o artísticos con fines didácticos.

lunes, 12 de marzo de 2012

Sir. Ken Robinson

A continuación me gustaría compartir con todos vosotros las reflexiones de un profesional de la educación: Sir. Ken Robinson ( educador, escritor y conferenciante británico, experto en asuntos relacionados con la creatividad, la calidad de la enseñanza, la innovación y los recursos humanos )










sábado, 10 de marzo de 2012

"Al Maestro"

Homenaje realizado a la figura del Maestro, emplazada en el Parque del Oeste en 1965.

El autor de la escultura es Víctor de los Ríos Campos. El maestro se personifica sentado con aspecto serio, representa el concepto del Magisterio.

Se enmarca en un contexto en el que se estaba creando una reforma de la enseñanza que se materializaría en el "Libro Blanco" de Villar Pala1, sobre las “Bases para una política educativa” que realizó una ruptura entre una pedagogía basada en el libre aprendizaje y fundada en los contenidos, que marca el inicio de la decadencia en la relación profesor-alumno.

1La ley General de Educación y Financiación de la Reforma Educativa de 1970 (LGE). Ley Villar Palasí. Se inicio con la creación de un libro blanco (1969) dónde se hacia un análisis del sistema educativo y los recursos de los que se disponía . Esta ley mostraba una ambición pedagógica: nuevas metodologías, nuevas materias, mayor calidad... Y destaca el intento por dotar de igualdad de oportunidades a los futuros estudiantes.